¿Quién es el judío?
Baruch Spinoza, Albert Einstein, Marc Chagall, Woody Allen, Karl Marx, Paul Newman, Dustin Hoffman, Steven Spielberg, todos judíos, pero que es ¿ser judío? La respuesta a esa pregunta ha generado una cantidad variable de opiniones, y dichas estas condicionadas al tiempo y a la persona que la diga.
Anteriormente el judaísmo era heredado por el padre o dicho de otra manera era patrilineal pero actualmente el judaísmo es matrilineal. Si se fuera preguntado quien es judío para la época en la que era heredado por el padre nuestra respuesta fuera sido que si alguien era hijo de un Cohen, Leví o Israel eso era lo necesario para ser considerado judío, y no se nos fuera pasado por la cabeza el hecho de que con el tiempo el judaísmo seria herencia de la madre como lo es actualmente. Pero si hacemos un análisis histórico de dicha situación nos encontraríamos que en realidad o en la mayoría de los casos mencionados en el Tanak nunca estuvo la mujer hebrea ajena del nacimiento de los patriarcas y profetas y de Am Israel (pueblo de Israel) en general.
Otra de las formas en que también se puede ser judío es por conversión y una vez hecha no es posible que sea rechazada la condición judía de esa persona la cual decidió por convicción propia abrazar la Torah y cumplirla en todos los aspectos.
El Rabino Marroquí Moshé Ohana dice:
“En tiempos de la Guemará un no judío que quería convertirse al judaísmo solo le bastaba con acercarse a un Bet Din y solicitar la conversión recitando el Shemá Israel, posteriormente le hacían Brit Milah y la inmersión en la mikve para lo cual quedaba completo el proceso de conversión”.
Actualmente hay personas que sostienen que con vivir lo que la Torah dice y aplicar la halajá en sus vidas es suficiente para considerarse miembro del pueblo hebreo. Otros por su parte reclaman su judeidad por ser descendientes de los Benei Anusim.¿Pero qué hay de cierto en todo esto? ¿Es posible considerarse judío actualmente sin haber nacido de vientre judío y sin haber hecho conversión?
Tzvi Elimelej Goldstein estudiante de la Yeshivas Binian Av de Yerushalaim dice: “en un sentido común y menos halájico es que una persona puede demostrar plenamente quien es su madre pero no tan seguro quien es su padre”.
El tema en sí mismo es muy complicado, y para obtener respuestas es necesario hacer un análisis filosófico al respecto.
El tratado de Masejet Kidushin en la tercera Mishná del último capítulo nos plantea abiertamente el origen matrilineal de la herencia judía, y lo plantea de una manera de ley según la halajá, siendo este el sustento Rabínico para establecer cuando una persona es judía de nacimiento.También grandes Rabinos como Shimon Bar Yojai Z”L sostienen ese requerimiento halájico para ser considerado judío de nacimiento. De una manera contraria el movimiento reformista llega a aceptar como judíos a hijos de padre judío, pidiéndole como único requisito el que confesaran su deseo de querer vivir el judaísmo y que recibieran una forma básica de orientación religiosa. El padre judío le da a su hijo la condición de Cohen, Leví o Israel, dicho en otras palabras el hijo hereda de su padre la herencia ritual y litúrgica.
Para los Benei Anusim la situación es mucho más compleja que solo el hecho de demostrar por la línea materna la herencia judía de la familia. Algunos Rabinos afirman que solo conseguir en tres generaciones atrás una evidencia Anusim es suficiente para lograr hacer un retorno al judaísmo, en dicho caso se le entregaría un documento de retorno llamado “Teudah Hashav” y no de conversión. Es importante señalar que dicha posición no es aceptada por los Rabinos Ashkenazím, y no por todos los Rabinos Sefardim.
Cuando una persona ha estado estudiando el judaísmo, y reconoce que HaShem es uno que la Torah es verdad y aplica en su vida la halajá, se considera a esa persona no formalmente como a un judío ya que le faltaría hacer el Giur, y una vez hecho el Giur obtendría de manera legal el complemento de su alma judía, no pasando igual con el que nace de madre judía, que obtiene de forma genética su alma judía, y por ello siempre será judío así llegase a profesar otra fe distinta al judaísmo, aunque su situación lo haga estar limitado en asuntos rituales. La persona que no puede demostrar su conexión con el pueblo de Israel tiene que hacer según dice Rabino Isaac Sacca “a los "safek iehudí", "safek goi" se les hace un "safek gerut". Que es una conversión por las dudas”, es la misma que se les hacen a los inmigrantes rusos en Israel.
Fuera del hecho halájico tenemos que tomar en cuenta un análisis filosófico al respecto sobre ser judío. Dice el Moreh Elad Villegas “No somos judíos porque lo colocamos en facebook diciendo -soy judío-, somos judíos porque vivimos como lo pide HaShem”.
El Rabino Manis Friedman comenta en un artículo titulado “Que tiene de malo la religión” para la Revista Aieka dice:
“La religión quiere convencernos de que nuestra naturaleza es mala. Para ser buenos, se nos dice, debemos resistir nuestros impulsos naturales y reemplazarlos con otras virtudes mundanas, más puras, más "santas". La religión insiste en que no se puede ser "uno mismo" y ser "bueno" al mismo tiempo. Se debe, por lo tanto, sacrificar el "uno mismo" y elegir el "bueno". Estoy contento que el judaísmo no sea una religión. Freud, el padre del psicoanálisis, estaba al tanto de algo cuando confesó estar desorientado por su propio judaísmo, potencial pero oculto”.
El punto a resaltar es que el judaísmo no es un asunto genético solamente, y principalmente entender que no hablamos del judaísmo como una religión. El judaísmo es la forma de vida que HaShem quiere que viva Am Israel y todo el que quiera formar parte del pueblo que dijo Naase Venishma (haremos y escucharemos).
Es por ello cuando una persona que guarda kosher, que reza tres veces al día, que guarda tahara hamishpaja, que celebra Shabat y todas las santas convocaciones, pero que no nació de madre judía y que no ha hecho el Giur evidentemente necesitaría completar o llegar a obtener de manera legal su adhesión al pueblo de Israel, la pregunta que surge es ¿Por qué? Y es tan sencilla la respuesta, que si dicha persona asumió vivir una vida según el judaísmo respetando las leyes y en base a ello vive la halajá, esa misma halajá es la que exige a un no judío lograr culminar su proceso haciendo la tevilah en una mikve, con la presencia de un Bet Din calificado. En el caso de negarse a esa posición estaría en cuestionamiento el respeto al judaísmo en general, el cual dice en sus libros, cual es el requisito para poder considerarse converso al judaísmo.
Tiene prohibido un no judío ser contado como parte de un minian, también se le prohíbe respetar todas las melajot de Shabbat, pero no se le prohíbe estudiar el judaísmo, y formar parte de Am Israel, por decisión propia, no por obligación si no por convicción propia, a partir de hacerse ger, de esa manera adquiere las misma responsabilidades que todo judío.
El judaísmo está estrechamente relacionado con todas las áreas de nuestra vida, no tenemos espacios en nuestra vida en la que podamos afirmar que el judaísmo no establezca una forma de cómo debemos hacer las cosas, o como debemos dejar de hacerlas. La persona que desea ser judía necesita seguir un estudio profundo sobre lo que dice la Torah y como aplicamos las Mitzvot según lo dicho por los jajamim (sabios) en la halajá. Una vez se complete el estudio previo para conversión, los Rabinos con la autorización para hacer Giurim pueden evaluar al prospecto a converso y aceptar o desaprobar la petición de conversión.
Hay que tomar en cuenta que el judaísmo no es proselitista ya que para el judaísmo los no judíos están solo obligados a cumplir con los 7 preceptos de Noaj (Noé) por esa razón el judaísmo no es parecido al Islam y al cristianismo en lo referente a ser proselitista. Muchos Rabinos le sugieren a las personas que le solicitan ayuda para hacer conversión que sigan las leyes de Noaj ya que ellos consideran que es suficiente solo con ser Benei Noaj, en la mayoría de los casos esa opción no es aceptada por los Benei Anusim. La única alternativa vista por los Benei Anusim es retornar a sus raíces.
Todo lo que hemos analizado en este capítulo se resume en lo siguiente, nuestra respuesta estará condicionada a que nos referimos cuando decimos ¿Quién es Judío? Si lo hacemos desde la óptica genética o si lo hacemos desde la visión halájica la cual determina la judeidad tanto del que nace judío y de quien se convierte, o si lo decimos desde el punto de vista de comportamiento, estará sujeta esa respuesta a la conveniencia personal. Al respecto el joven jasidiko Tzvi Elimelej Goldstein estudiante de la Yeshivas Binian Av de Yerushalaim nos comenta:
“Dice el Oraj Jaim a la parashá "Ki Tetze", que los gerim son almas que estuvieron en Har Sinai en la entrega de la Torah a su vez trae una pregunta a la Guemará que dice que HaShem ofrece la Torah a todas las naciones y todas la rechazan excepto Am Israel pregunta, como es posible que en todas las naciones TODAS las personas hayan dicho que NO, y que en Am Israel TODOS hayan dicho que si y responde que en verdad dentro de las naciones habían personas que si querían recibir la Torah, pero HaShem decide juzgar de acuerdo a la nación en general...
pero a la neshama de aquella persona la para en Har Sinai y luego hace que en generaciones después vuelva a su fuente donde deberíamos regresar en la Guemará dice "ger shenitgaier que iled shenolad dame" un ger que se convierte es como un niño recién nacido y preguntan los mefarshim (comentaristas) a la Guemará, debió haber escrito la Guemará "GOY shenitgaier" un "GOY que se convierte" y no "GER shenitgaier" "GER que se convierte y contestan que en verdad desde siempre esta persona se llama Ger, porque su Neshama desde Har Sinai en la entrega de la Torah ya era un alma de Ger que había aceptado la Torah de este modo se entiende que existan dentro de cada nación una que otra persona que por un impulso rujani (espiritual) lo lleva a sentirse cercano y muy familiarizado con am Israel y eso le lleva a que cada cosa que estudia de Torah la siente para de sí mismo y nace el deseo de convertirse a lo que un día había aceptado en Har Sinaí.
En mi personal caso, nunca sentí la obligación de convertirme porque pensé que tuve antepasados judíos y que era judío por esa razón, era algo más personal ... algo que personalmente decidí que mi alrededor tiene una falsedad y eso es lo mismo que sintió Abraham Avinu... y cuando acompañado con el emet que es la Torah puedes darte cuenta de la mentira que se esconde en las naciones en sus formas de ver el mundo y a Quien lo dirige me sentí aun mas atraído... Aparte de que cada uno tenemos la oportunidad como creaciones de HaShem, y creación máxima de todo lo que hizo, tenemos la oportunidad de estar bien cercanos a Él, y eso me di cuenta que tienes dos formas de hacerlo:
- Siguiendo las leyes de Benei Noaj que con ellos alcanzas a cumplir con la obligación que el Rey del universo te encomendó como goy y también tener parte en el olam haba
- Tienes la Torah y 613 Mitzvot que es un medio también para llegar al olam haba
Pero a diferencia es una cercanía a la verdad en su plenitud así que decidí seguir la Torah.
Alguien que tiene una neshama judía, pero se comporta como goy, y no hace Mitzvot lo único que hace es un daño a su neshama y la empeora, como lo sostiene el Oraj Jaim”.
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